31 de Agosto, Día Mundial de la Obstetricia
“La lucha política para los movimientos feminista y ecologista
implica un cambio epistemológico en los criterios de valoración
de la racionalidad del conocimiento.”
Vandana Shiva, “Abrazar la vida”, 1988
El 31 de Agosto es el Día Internacional de la Obstetricia, ciencia que instituye la Academia después del sexocidio más terrible de la historia: la quema de “brujas”. Y me pregunté: ¿qué lo instituye? Allí comenzó mi urticaria... es el Día de San Ramón No-nato, santo patrono de las embarazadas.
El poder patriarcal de la Iglesia y la Academia (que lejos de ser antagónica como nos hicieron creer controlan diferentes esferas, la íntima y la del saber público) necesitaron asesinar a millones de mujeres bajo la acusación de “brujería” para lograr el control efectivo de la sexualidad femenina, los partos y la maternidad.
El poder patriarcal de la Iglesia y la Academia (que lejos de ser antagónica como nos hicieron creer controlan diferentes esferas, la íntima y la del saber público) necesitaron asesinar a millones de mujeres bajo la acusación de “brujería” para lograr el control efectivo de la sexualidad femenina, los partos y la maternidad.
El patriarca dijo: “Parirás con dolor” y santificó a San Ramón No-Nato como patrono de las embarazadas. El bebé Ramón, fue sacado del vientre de su madre muerta con el cuchillo de caza de un vizconde que pasaba por allí. Tal vez por eso debería ser el patrono de las cesareas y no de las mujeres embarazadas...
Desde la tradición feminista espiritual, centrada en la revalorización de las diosas, prefiero rescatar la historia de la diosa Artemisa, protectora de los bosques y la Naturaleza, y que, por haber ayudado a su propia madre a dar a luz a Apolo, su hermano gemelo, es además la diosa protectora de las comadronas. La hierba que lleva su nombre ayuda al trabajo de parto, y acompaña distintos momentos de la sexualidad de las mujeres.
Siendo el control de la sexualidad de las mujeres fundante del dominio masculino creo importante visibilizar la violencia obstétrica, como una violencia sexista, clasista y racista.
Preguntar en voz alta ¿Por qué se practica de manera inconsulta y rutinaria la episiotomía sin consultar a la parturienta qué quiere hacer con su cuerpo? ¿Por qué se practican cesáreas innecesarias que enriquecen las arcas de los sanatorios a costa de nuestro maltrato físico?¿Por qué parir en una camilla cómoda para el médico pero incómoda para una? ¿Por qué no parir de cuclillas acompañando la Ley de gravedad?
¿Por qué se abusa de las peridurales y demás medicación química, y al mismo tiempo se condenan las prácticas populares que usamos las mujeres durante milenios? ¿Por qué se consumen las modas de EEUU, pero no se incorporan los efectivos aportes de la acupuntura, la fitoterapia y otros saberes como el manteo?
Decimos BASTA a:
• La practica de la episiotomía como rutina inconsulta a la embarazada.
• Las cesarias innecesarias que enriquecen las arcas de los sanatorios y las obras sociales a costa de nuestro cuerpo.
• Al abuso y el maltrato de “la-autoridad-medica” hacia las mujeres y sobretodo el desprecio hacia las mujeres pobres e inmigrantes.
• A parir acostadas en una camilla para comodidad del médico contra la ley de gravedad y a costa de un esfuerzo innecesario.
• Al abuso de la medicación química que fabrican los laboratorios multinacionales y el desprecio y la invalidación de la medicina tradicional americana, profundamente arraigada en la cultura de los pueblos originarios por “no-académica”.
• Al estigma que instaló el crisianismo quemando a brujas, comadronas y enfermeras*, ilegalizando y persiguiendo los saberes populares de las comadronas respecto de la sexualidad, el embarazo y el parto, como así también condenando a las mujeres que no se interesan en casarse o que eligen vivir su vida con otra u otras mujeres.
• A la ilegalidad del aborto que lleva a prácticas clandestinas humillantes y de un alto costo económico, psicológico y físico para las mujeres. Somos responsables de nuestras vidas y de las que engendramos y tenemos el derecho de decidir cómo vivirla.
• Ya basta de slogans culpógenos con los falaces discursos de la defensa a la vida:
NOSOTRAS, LAS YA NACIDAS,
DEFENDEMOS NUESTRO DERECHO A LA VIDA.
Porque:
• “NUESTRO CUERPO ES NUESTRO” y ya no queremos que decidan por nosotras. Tenemos derecho a parir de cuclillas, a un parto natural, con un clima amoroso. Es tiempo que las mujeres legitimemos el conocimiento de nuestro cuerpo, de aprender a escucharlo, y de priorizar lo que nos pide teniendo con la/el médico/a un diálogo de igual a igual, y no de humillación y sometimiento.
• Invitamos a las y los obstetras alópatas a que conozcan las muchas técnicas americanas y orientales como la fitoterapia, el manteo, la acupuntura, los masajes, las practicas de chi-kung y respiración aplicadas al parto dejando la química y la cirugía solo para momentos de verdadera gravedad. Ya es tiempo que depongan la soberbia académica, sus escasos cinco siglos y escuchen la sabiduría acumulada durante milenios por las culturas que el poder occidental, cristiano y patriarcal silenciaron con la cruz y la espada.
• ¡ABORTO DESPENALIZADO YA!
Porque la clandestinidad solo favorece a los que usuran con nuestra angustia, la gran mayoría de médicos varones arreglados con la policía para “trabajar tranquilos”. Es mentira que la legalidad fomentaría más abortos. Nosotras creemos por el contrario que hablar de "eso" en voz alta es el primer paso para que circule más información sobre la sexualidad y la concepción, la difusión de cuidados, prevenciones de enfermedades y métodos anticonceptivos, como así otras practicas eróticas no necesariamente reproductivas.
Como dice un canto que hice mío:
Ella nos teje, somos su red,
somos las brujas, vivas otra vez...
* Es el nombre de un libroescrito por la periodista especializada en salud Barbara Ehrenreich y la investigadora Deindre Englis: “BRUJAS, COMADRONAS Y ENFERMERAS”, Cuadernos Inacabados, Valencia, España, 1988. En el exponen una crítica feminista al control de los cuerpos de las mujeres que inicia con la eliminación de las parteras, que eran las que a nivel popular manejaban el conocimiento sexual en los siglos previos a la masacre contra las acusadas de brujería. ¡Excelente material!
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