Homenaje a URSULA LE GUIN (1929-2018)

Hubo un tiempo en que no eras una esclava, acuérdate de ello. 

Andabas sola, te reías, te bañabas con la tripa al aire. 

Dices que has perdido todos los recuerdos de aquello, recuerda (…) 

Dices que no hay palabras para describir ese tiempo, dices que no existe. 

Pero recuerda. Haz un esfuerzo por recordar. O si eso falla, inventa.

Las Guerrilleras, Monique Wittig

El 22 de enero de 2018 falleció Ursula Le Guin, escritora de poesía, ensayos y traducciones, pero reconocida en particular por sus obras de ciencia ficción. Nacida en Estados Unidos, se consideraba a sí misma feminista y taoísta.

En 1972, varias décadas antes que la película Avatar fuera éxito de taquilla, Le Guin escribió El nombre del mundo es bosque, anticipándose a la denuncia del extractivismo colonial de recursos naturales que hoy vivimos América Latina sin límites. Describe el peor escenario ecofascista donde se racionalizan dictatorialmente los recursos. Allí la sociedad athstiana resiste desde un estilo de vida conectado a la naturaleza, que podría resumirse en una suerte de filosofía del Buen Vivir y reflexiona sobre la naturaleza del dominio. 

Entre sus obras de cuentos y ficción se encuentran: La mano izquierda de la oscuridad (1969) la más premiada y la que la lanzó en el mundo, El nombre del mundo es Bosque (1972),  Los desposeídos: una utopía ambigua (1974),   Las doce moradas del viento (1975), La rosa de los vientos (1982), Un pescador del mar interior (1994), Cuatro caminos hacia el perdón (1995), El cumpleaños del mundo y otros relatos (2002). Entre 1968 y 2001 escribe varias novelas de la serie Terramar: Un mago de Terramar (1968), Las tumbas de Atuan (1971), La costa más lejana (1972),  Tehanu (1990), En el otro viento (2001). Y hacia el final escribió la la trilogía Anales de la Costa Occidental (2004) con la serie de Los Dones, Voces y Poderes.

Ursula Le Guin fue una de las primeras en introducir temas ecologistas y cuestionadores de la heterosexualidad genérica, así como reflexiones en los modos de organización política y social. Y  lo hizo con maestría en el árido mundo de la ciencia ficción tan machista, bélico y distópico. 

Se fue una pionera que supo abrir el camino. ¡Buen viaje maestra!