El derrotero de "Mi mensaje" de Eva perón
La razón de mi vida, fue un libro de lectura obligatoria en las escuelas primarias. Un
libro gratuito y obligatorio, como el voto. Aunque Eva Perón figura como su
autora, en realidad no lo fue.
Fue redactado de primera mano por Manuel Penella de Silva, un periodista
español afiliado al falangismo que con anterioridad habría escrito también el
libro de la Sra. Roosvelt. Fue convocado por Juan Domingo Perón, y, a lo largo
de varios meses Manuel Penella tuvo varias entrevistas con Eva Perón en las que
tomaba nota. Sobre esas notas se escribió un primer borrador.
Penella de Silva fue escritor periodista y diplomático nacido en
Valencia en 1910. Se licenció en Filosofía y Letras, dedicándose al periodismo
desde muy temprana edad. Residió durante varios años en Alemania; durante su
estancia en el país germano se afilió a la Falange y llegó a ser jefe local de
Falange en Alemania, que para entonces ya estaba bajo el régimen nazi. En 1942
se marchó de Alemania siendo corresponsal de distintos medios españoles e hispanoamericanos, en destinos como Zúrich,
París, Buenos Aires, o Guatemala. Desde 1954, fue agregado de información en
las embajadas españolas de Uruguay, Chile y Brasil. Llegó a publicar varios
libros.
Durante su estancia en Argentina, Penella de Silva fue el primer redactor
de La razón de mi vida, aunque con un
estilo “demasiado español” que luego fue corregido por otras plumas. Pasó por
manos del general y de casi todos sus ministros, mas nunca fue visto por Eva
hasta ya publicado. Penella confesó que nunca cobró por su trabajo, y llegó a reírse
diciendo que en realidad para él fue “La razón de mi ruina”.
Fue editado inicialmente el 15 de septiembre de 1951 por Ediciones
Peuser. La primera edición tuvo una tirada de 300.000 ejemplares, y fue
reeditado muchas veces más. Al año siguiente, con la muerte de Evita, el
Congreso ordenó publicar la obra para ser utilizada como libro de texto en las
escuelas primarias.
Sin embargo mientras el texto de La
razón de mi vida era “retocado” por el gabinete del general, Eva redactó Mi
mensaje (1), manuscrito que a pesar de ser el último deseo de Eva Perón verlo hecho
libro, este nunca fue publicado. Su manuscrito apareció publicado por el diario
La nación en 1987, mismo que fue
querellado por las hermanas de Eva, que lo denunciaron como texto apócrifo.
El 9 de mayo de 2011, dice el artículo publicado en Página/12 bajo
la autoría de César Calcagno y Alberto Schprejer, el editor de la primera
tirada de Mi mensaje, querellado por Blanca
y Erminda Duarte, hermanas de Eva.
“El propósito de Perón, sin
embargo, no pudo cumplirse. Mi Mensaje nunca fue publicado y el libro apareció
recién el 20 de septiembre de 1987 en el diario La Nación, cuando la casa de
remates “Posadas S.A. Bullrich, Gaona y Guerrico” informó que los días 22, 23 y
24 de septiembre de ese año se llevaría a cabo un remate así anunciado: “Eva
Perón. Mi Mensaje: original 79 hojas con membrete. Iniciales al finalizar el
texto de cada una. Correcciones manuscritas a tinta y a lápiz. Inédito”. El
texto original fue adquirido en la subasta por el militante peronista Jorge
Benedetti, quien años después lo facilitó al juzgado civil para que se
realizara una pericia caligráfica.” (2)
El juicio duró 10 años y
finalizó en 2006, estableciendo que se trata de un texto auténtico según las
pericias caligráficas y las opiniones de quienes que, como Antonio Cafiero,
tuvieron oportunidad de conocer el pensamiento de Eva en los últimos meses de
vida.
El testamento político de aquella Evita apasionada de 33 años, anticlerical y crítica con las cúpulas militares, es el texto
de Mi mensaje y no, La razón de mi vida como ha querido el aparato
de propaganda peronista que trascendiera, y su póstumo legado, al igual que el
ultraje que sufrió su cadáver, debió atravesar un largo derrotero para llegar finalmente a estar en paz.
No sería esta la primera vez de la historia en la que el pensamiento de una mujer es borrado y tutelado según la necesidad del orden patriarcal que, lejos de reconocer derechos, solo afloja un poco la soga según su conveniencia coyuntural.
No sería esta la primera vez de la historia en la que el pensamiento de una mujer es borrado y tutelado según la necesidad del orden patriarcal que, lejos de reconocer derechos, solo afloja un poco la soga según su conveniencia coyuntural.
1 http://upcndigital.org/~ciper/biblioteca/Eva/Eva+Peron-Mi+Mensaje.pdf
2 www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/150170-48237-2010-07-26.html
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