Chacana Raymi: Fiesta de la cruz en tiempos de calabazas

 
 
    Aquí están los primeros fríos. Con el inicio de mayo entramos al período más oscuro del año que llegará a su cumbre entre el 20 y el 24 de Junio, cuando los pueblos originarios conmemoran el Nacimiento o la Fiesta del Sol. El movimiento pendular de la luz se encamina hacia su mínimo en la noche más larga y el día más corto. Sentimos cómo cada día la noche creciente nos invita a necesitar dormir un ratito más. 
 
    En el hemisferio sur, transitamos el ingreso al tiempo donde, dicen las antiguas, “el velo que separa el mundo de las vivas y las muertas se adelgaza” de tal modo que nuestros sueños se vuelven vívidos, nos encontramos más fácil con las ancestras y sus enseñanzas, nos visitan, en sueños o en vigilia. La adivinación y las visiones son más poderosas, así como la posibilidad de trabajar con la propia sombra, con las cartas de tarot o el medio que nos facilite vehiculizar la intuición para el diálogo con las fuerzas. Este tiempo de calabazas marca la plenitud de las cosechas antes que la tierra descanse en la mitad más oscura del año. 
 
    Colonizadas por la cultura invasora de Europa patriarcal, y enajenadas de nuestro propio tiempo, iniciamos el año lectivo en pleno otoño en lugar de hacerlo en la primavera, a contramarcha de los ritmos de la naturaleza. Sin embargo, existen celebraciones populares en sincretismos que han sobrevivido ante la prepotencia del colonizador. En estas fechas, la celebración de la Cruz de Mayo no refiere al objeto de tortura que celebra el cristianismo como símbolo de su fe, sino a la Fiesta de la Cruz del Sur, o Chakana Raymi, cuando esta constelación se encuentra en su punto más alto y vertical en nuestro cielo, es decir, en el cenit. Es el momento en que el eje vertical y el horizontal de la cruz se ven iguales. Esta celebración andina a la Chakana tiene más de 4 mil años y se practica en las culturas andinas prehispánicas desde Ecuador hasta el sur de Chile.

    Los dos ejes de la cruz, simétricos, representan la conexión entre dos mundos: el Hanan Pacha (mundo superior o reino de los dioses) y el Kay Pacha (literalmente este mundo), siendo así un puente, celebrado cuando su eje mayor se yergue verticalmente en el cielo sureño, en los primeros días del mayo. Se la describe como un "puente que unifica la cultura con el espacio-tiempo". La Fiesta de la Cruz de Mayo marca, en las zonas más frías el fin de la cosecha y el descanso de la tierra; y en las más cercanas al Ecuador la autorización para comenzar la cosecha. 

    Para la Nación Mapuche, el guemil o ngümin representa el arte manual, la ciencia y el conocimiento sobre el mundo. Llevada al kultrung o tambor ceremonial utilizado en las rogativas plasma la cosmogonía mapuche representando la superficie de la tierra y el territorio; sobre él, se dibujan los cuatro puntos cardinales, el sol, la luna y las estrellas. Sin esta constelación visible, pero de manera similar en el hemisferio norte la fiesta intermedia entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno era conocida por los antiguos en Europa como Samhain, devenido en Halloween (con sus calabazas) para el consumismo del norte de America. Para las paganas y paganos del mundo, esta es una de las 8 fiestas sagradas de la Rueda del Año, también llamados Sabbat. Esta fiesta para el mundo celta es conocida como “el año nuevo de las brujas”. 

     Si no estuvieramos tan colonizadas nuestro tiempo, podríamos decir que "nuestro Halloween sureñono es en noviembre, sino en Mayo... 

    Así que ya sabes, con la Fiesta de la Cruz de Mayo o Raymi Cachana, comienzan los tiempos de guisos, con baile y música, una buena forma de recuperar las celebraciones comunitarias de nuestros territorios, listas para tender puentes con nuestras antepasadas hasta celebrar en junio el nacimiento del sol. 

    Salud y a celebrar! 


 

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